[1] Las asambleas locales de aldea eran insuficientes para la tarea de reunir productos alimenticios para las ciudades, una crisis que los bolcheviques atribuían a la dominación del gobierno local por ricos oponentes del nuevo régimen.
[1] Se deseaba por tanto una nueva guerra de clases para empoderar a los pobres rurales en apoyo del régimen soviético.
[1] Según la doctrina bolchevique, el campesinado ruso estaba dividido en tres categorías: campesinos pobres (bednyáks), individuos que estaban forzados a vender su fuerza de trabajo a otros para sobrevivir y eran por tanto vistos como aliados naturales del nuevo régimen soviético; campesinos medios (serednyáks), que llevaban a cabo tareas agrícolas en pequeñas fincas de su propiedad y con su propio trabajo; y campesinos ricos (kuláks), grandes propietarios que se beneficiaban a través de la fuerza de trabajo alquilada de otros.
Los campesinos pobres simplemente no eran conscientes de sí mismos como 'proletarios'.
Requisaron la propiedad privada, cometieron arrestos ilegales, profanaron las iglesias, y generalmente aterrorizaron a los campesinos.
[4] La mayoría, sin embargo, eran partidarios de la Revolución de 1917, y muchos se veían a sí mismos como auténticos representantes del Gobierno del pueblo y buscaban llevar a cabo sus deberes asignados lealmente.