Los autores de los hechos violentos podían también confesar sus crímenes, y eran sus propias víctimas las que decidían si concederles la impunidad.
El tribunal de la TRC nunca funcionó como equipo judicial, sino como intermediario entre víctimas y agresores.
La Comisión se fundamentó en la Ley para la Promoción de la Unidad Nacional y la Reconciliación, sancionada en 1995.
Bastantes observadores consideran que este proceso de reconciliación y búsqueda de la verdad, relacionado con el concepto tradicional que los sudafricanos llaman Ubuntu, facilitó la transición política sudafricana.
Las audiencias públicas llevadas a cabo por la Comisión pueden verse representadas en el filme In My Country.