El régimen de encomienda español tiene orígenes que se remontan a la Reconquista (722 - 1492).
A su vez, todos eran vasallos del pontificado de Roma.
En el esquema tributario, todos pagaban tributo al comendador, a la Iglesia y al Rey de Castilla.
Asimismo, hay relatos de encomiendas donde los habitantes musulmanes debieron, en la práctica, convertirse a la fuerza al cristianismo.
Sin embargo, la Iglesia Católica considera inválidos los bautismos realizados bajo coacción.