Las lígulas también son vellosas y los tallos muy delgados, casi capilares.
[1] Laderas y sitios despejados, sobre todo en arenales cercanos al mar.
En algunos lugares se suelen colorear las panículas terminales y hacer con ellas manojos polícromos para floreros.
Esta especie es espontánea en África del Norte, (desde Marruecos a Egipto), en los archipiélagos del Atlántico (Azores, Madeira y Canarias), en Europa meridional (Francia, España, Portugal, Italia, ex-Yugoslavia, Grecia) y en el Próximo-Oriente en (Israel, Líbano, Turquía, Siria).
Se ha naturalizado en las islas británicas y en otros continentes.