Debido a los orígenes laborales de sus fundadores, fue que este club recibió su apodo distintivo: "El Ferroviario".
Tras haber perdido en forma temporal su personería jurídica, en 1932 adoptó de forma definitiva su actual denominación, mientras que su indumentaria cambió sus colores a los actuales, consistiendo en una camiseta blanca, con una franja horizontal media en color azul oscuro.
Al mismo tiempo, la dirigencia del club anunció la pretensión de reinaugurarlo, bautizándolo en forma oficial como "Estadio El Gran Capitán", en homenaje a la histórica formación ferroviaria del Ferrocarril General Urquiza.
El “Ferroviario” tuvo dos estadios a lo largo de su historia: el primero se emplazó entre las calles Franklin, Colón, Cervantes y Avenida San Martín.
“El viejo estadio” es recordado por sus tribunas de madera y la platea techada a la que podían acceder los socios.
Fue por ello que el club adoptó su denominación y sus jugadores comenzaron a ser conocidos como Los Ferroviarios.
Debido a que la Fábrica recurría a los trenes expresos, para poder sacar su producción o movilizar su materia prima, de esa alternativa fue que surgió el apodo distintivo de Regional: "El Expreso".