Ese mismo año fue invitado a participar en la temporada inaugural de la Metropolitan Opera en Nueva York, donde se le ofreció un contrato como director asistente.
En Italia dirigió la primera representación de Adriana Lecouvreur (Milán, Teatro Lírico, 1902) y fue director de la Scala de 1903 a 1905, sucediendo a Arturo Toscanini, donde estrenó Siberia (1903) y Madama Butterfly (1904).
Fue muy apreciado como director de ópera en los Estados Unidos.
Ya en 1888 dirigió el estreno americano de Otello, y en 1906 fue nombrado director de la nueva Manhattan Opera Company, fundada por Oscar Hammerstein I.
Es recordado especialmente en América por el estreno local de numerosas obras de repertorio francés (Thaïs, Hérodiade, Louise o Pelléas et Mélisande).