Desde temprana edad fue educado firmemente en el sentido de proceder con honestidad y sinceridad, en una familia fervientemente católica.
Cursó sus estudios primarios en el instituto Padre Osimato y secundarios en el instituto Adveniat, donde por aquella época el rector era el sacerdote Josef Rant, gracias a cuya intervención, sus padres accedieron a que el joven Claudio ingresara a la Escuela de Policía no sin antes haberle negado la autorización en repetidas oportunidades, al decirles: "Ustedes no pueden prohibirle que cumpla con su vocación.
Según una entrevista para Noticias (revista argentina), también un superior le llamaba así por el personaje Klaus Wunderhertz del grupo homorístico Les Luthiers, quién siempre estaba inventando cosas raras.
Luego de un mes intensivo, finalizaba el curso del Grupo Antidisturbios Motorizado (GAM), conformándose definitivamente esta agrupación que continuaría evolucionando hasta llegar al actual Grupo de Operaciones Motorizadas Federales (GOMF).
En el año 1983, prestando servicios en la Comisaría 42ª, escribió un primer proyecto en el cual iría trazando la necesidad de contar con un equipo policial altamente entrenado, con capacidad para afrontar nuevos desafíos como el narcoterrorismo, narcotráfico y una delicuencia cada vez más violenta; con tácticas avanzadas.
El escrito fue presentado a su jefe quién, lejos de desestimarlo, le dio el curso administrativo que correspondía, desconociéndose en ese momento hasta donde había llegado.
Luego de la exhibición y mientras se exponía el material, el Jefe de Policía, Comisario General Acosta, le preguntó a Wegener qué le había parecido el ejercicio que había presenciado, la respuesta fue escueta y terminante: “Excelentes hombres con pésimo equipo”.
Fue citado al despacho del superior y anoticiado que en dos días debía partir a los Estados Unidos, con otros dos oficiales de su elección.
En 1994, el Atentado a la AMIA sacudía nuevamente a la Argentina, provocando un cambio en toda la cúpula policial asumiendo el máximo cargo el Comisario General Adrián Juan Pelacchi quien debía lidiar con dar las respuestas institucionales para enfrentar este tipo de hechos.
Como recuerdo del nombre que llevaba el proyecto, el indicativo de modulación o llamada con el que se lo identificaba en las operaciones fue Omega 1 Mientras se establecían las secciones GEOF de Tucumán y Rosario, Pereyra continúo dictando los cursos de formación junto con Adriel, delineando la doctrina que se mantiene hasta la actualidad y bregando por centralizar las secciones en la Capital Federal.
Actualmente se encuentra casado, reside en Buenos Aires, manteniendo estrecho contacto con veteranos GEOF y distinto personal que posee dicha especialidad.