Compositora prolífica, guarda en su música la fluideza y la elegancia de estructura que caracterizan al neoclasicismo francés, evitando la frivolidad a menudo concomitante.
Sin embargo, Gabriel Fauré, Claude Debussy y Maurice Ravel fueron los compositores que más le inspiraron.
[3] Tuvo un interés especial en la evolución del lenguaje musical y en los medios técnicos disponibles.
Vivacidad, claridad de expresión y un sentimiento natural para la melodía son sus sellos distintivos.
Aunque las obras instrumentales de Arrieu contribuyeron notablemente a su legado, su música vocal fue la que más destacó en su carrera.