Si dos equipos empataban a puntos se desempataba teniendo en cuenta la diferencia de goles acumulada, y en caso de persistir el empate, ambos equipos deberían jugar un partido en campo neutral, para decidir el que se obtenía la clasificación finalmente.
Tras el partido de desempate, disputado en Gelsenkirchen (Alemania Occidental), Suecia consiguió su pase final al mundial.
Tras el partido de desempate, disputado en Fráncfort (Alemania), Yugoslavia consiguió su pase final al mundial.
La Unión Soviética se clasificó para disputar la última media plaza correspondiente a la UEFA.
Para conseguir el pase final se enfrentó a Chile, representante de la zona Sudamericana.