Cada subdivisión está representada por números arábigos y letras del alfabeto latino (A-H).
[1] Dichos símbolos son asignados por las oficinas nacionales o regionales de propiedad industrial que publican los documentos de patente.
[2] La clasificación se revisa anualmente por un Comité de Expertos y entra en vigor el 1 de enero del año siguiente a su revisión.
Combinado con un número de dos dígitos, representa la "clase" (la clase A01 representa "Agricultura, silvicultura, cría de animales, captura, pesca").
A la subclase le sigue un número de "grupo" de uno a tres dígitos, un trazo oblicuo y un número de al menos dos dígitos que representan un "grupo principal" o "subgrupo".