Sirvieron en la Regia Marina italiana durante la Segunda Guerra Mundial, resultando todos hundidos en combate.
Construidos entre 1925 y 1928, el diseño del casco se basaba en el de la previa Clase Sauro, con un ligero incremento en la eslora y la potencia de sus turbinas, mejorando su autonomía y modificando también la superestructura.
Los buques de esta clase fueron especialmente desafortunados en combate.
En septiembre de 1940 ya habían sido hundidos seis de los ocho miembros de clase, los Borea, Nembo, Ostro y Zeffiro por ataques aéreos, siendo alcanzados por bombas o torpedos, el Aquilone colisionando con una mina marina y el Espero hundido por el crucero HMAS Sydney.
La unidad restante, el Euro, fue también hundido por un ataque aéreo, pero esta vez de aparatos alemanes tras la capitulación italiana.