Claro de Vienne

Claro recibió este nombre en su juventud debido a su lucidez, no tanto en las ciencias humanas, cuanto en la percepción de las cosas espirituales.

Fue nombrado abad del monasterio de San Marcelo, en Vienne a principios del siglo VII.

Según la tradición, fue el primer monje de la abadía de San Ferrol, era muy estimado por Cadeoldo, arzobispo de Vienne y fue nombrado director espiritual del convento de Santa Blandina.

Murió como abad de San Marcelo.

Fue canonizado en 1903 por el papa Pío X, y está considerado como el patrón de los sastres.