Édouard Claparède
Proviene de una antigua y noble familia francesa protestante, emigrada a Suiza por la guerra religiosa.[5] Édouard, a través de la obra de Karl Groos Die Spiele der Tiere, comprendió los beneficios que la psicología animal puede ofrecer a la psicología humana.Podía rememorar todos sus viejos recuerdos y conservaba sus habilidades básicas de razonamiento, pero no recordaba el pasado reciente.Claparède la saludaba todos los días, pero ella no lograba recordar ni siquiera su cara.Pero cuando Claparède le extendió la mano para estrechársela, descubrió que ella dudaba, reconociendo una amenaza cuando su memoria seguía estando severamente dañada.