Civis romanus sum

Aparecen menciones en la literatura romana como en Marco Tulio Cicerón (In Verrem 11, V, 162): "Cervices in carcere frangebantur indignissime civium romanorum, ut iam illa vox et imploratio: “Civis Romanus sum”" (En las cárceles se quebraban las gargantas de ciudadanos romanos de una manera indecente, con la voz ellos suplicaban: "soy ciudadano romano").

Incluso se permitía a los presos beneficiarse de esa prerrogativa, que garantizaba un tratamiento más favorable.

En 1850, el político britannico Henry Temple afirmó que todos los súbditos británicos en el mundo debieran ser protegidos por el Imperio Británico de la misma forma que un ciudadano romano estaría protegido por el imperio romano.

La frase también fue traducido como: Ich bin ein Berliner formando parte del discurso de John F. Kennedy durante la Guerra Fría:

Es pronunciada por el personaje inglés Cliff Honne: "Victoria estaba recién coronada y nosotros empezábamos a creer ya que la ciudadanía británica equivalía en el mundo moderno al civis romanus sum de los antiguos".

Iconos de San Pablo de Deesis, Zvenigorodsky Chin