En dichos terrenos debía construir el estadio mencionado y varias instalaciones deportivas en un plazo inferior a diez años.[1] Al poco tiempo, durante la presidencia que Alberto J. Armando ejercía en el club deportivo Boca Juniors, comenzó el relleno del Río de la Plata hasta formar islas aproximadamente circulares de unas pocas hectáreas.Este proyecto quedó trunco, ya que sólo se pudo concretar una tribuna de 30 metros con ocho escalones.[2] Tres años después el mismo intendente sancionó otra ordenanza que le daba al club posesión legal de los terrenos mediante una escritura a su nombre, dejando claro que no podía vender los terrenos.[4] El club vendió el predio a la sociedad Santa María del Plata en 1992 por un valor cercano a los 50 millones de dólares, y con el dinero Boca Juniors construyó otro complejo en el barrio de La Boca llamado Casa Amarilla.Todas las islas del complejo tenían pasarelas que podían recorrerse bordeando el Río de la Plata.