Citrus medica, comúnmente llamado cidro, es un arbusto de la familia de las rutáceas cultivado por su fruta, llamada cidra,[1] limón poncil, limón francés o toronja (aunque este último término se presta a confusión con el pomelo), que rara vez se consume fresca, pero cuya piel se usa en preparaciones de repostería y como aromatizante por su fuerte contenido en aceites esenciales.
Produce flores hermafroditas, fragantes, de buen tamaño, blancas o purpúreas, formando racimos pequeños.
En la antigua Roma se empleó como medicinal, y a partir del siglo II como alimento; es mencionado tanto por Dioscórides como por Plinio.
En Italia desapareció con la caída del Imperio romano, conservándose sólo en Sicilia, Cerdeña y la región napolitana.
La producción normal está en torno a los 30 kg anuales, aunque en circunstancias favorables puede alcanzarse el triple de esto.
En Italia se cultiva principalmente en la región de Calabria, en una área llamada Riviera dei Cedri y que incluye pueblos que se llaman Santa Maria del Cedro y Cetraro, precisamente por el cultivo de esta planta.
[3] El jugo de cidra con vino se creía que era un antídoto efectivo contra los venenos en general.
Su fruto (incluida la piel) es objeto de comercio internacional y se utiliza mucho como ingrediente en la industria agroalimentaria.