En circuitos secuenciales asíncronos los cambios de estados ocurren al ritmo natural asociado a las compuertas lógicas utilizadas en su implementación, sin la necesidad de que esté presente una señal de reloj global.
Esto mitiga el problema de distribución del reloj, que caracteriza a los circuitos síncronos.
Ello resulta en una gran confiabilidad en la funcionalidad de los circuitos así diseñados.
Sin embargo, cuando se los compara con circuitos asíncronos, esta simplicidad de diseño tiene su aspecto negativo en el mayor consumo de potencia requerido por los circuitos síncronos debido a la señal de reloj que tiene que distribuirse y la menor velocidad máxima de operación que pueden lograr.
[5][6] A continuación se indican ejemplos de sistemas secuenciales que pueden encontrarse en forma de circuito integrado o como estructuras en sistemas programados: