Los cinco preceptos[1] constituyen el código ético del Budismo.
Aceptados por los seguidores de Buda Gautama, son instrucciones para conseguir el objetivo de comportarse bien consigo mismo y con los demás.
Se podría decir que son indicaciones para convivir en paz.
No se formulan como imperativos, sino como reglas de formación de práctica voluntaria.
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