Un ejemplo de ciencia ficción que al ir tan lejos puede sentirse como si fuera fantasía es Matrix.
Arthur C. Clarke dijo que "cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia", e indica por qué esto es así: un escritor puede escribir una fantasía utilizando magia de varios tipos y sin embargo, convertir la historia en ciencia ficción al proponer una tecnología muy avanzada, o ciencia que aún se desconoce, pero en última instancia, demostrable en el fondo, como una explicación de cómo la magia puede ocurrir.
En resumen, la ciencia ficción utiliza la tecnología para explicar los fenómenos imposibles mientras que la fantasía emplea magia.
[cita requerida] En su mayor parte, la ciencia ficción intenta explicar sus efectos mediante leyes físicas conocidas o ampliaciones de las mismas.
Todas fueron historias relativamente racionalistas publicadas en la revista de John W. Campbell Junior, Unknown.
En los Estados Unidos en ese momento, estas eran casi las únicas historias que utilizaban esa etiqueta.