En el mismo año comenzó su colaboración con el editor Reinhard Piper, que duraría hasta su muerte.
Christian Morgenstern había trabajado con otros editores anteriormente, pero de ello no resultó una colaboración a largo plazo.
Finalmente murió a causa de la tuberculosis, que su madre le había transmitido.
Su poema más conocido es Die unmögliche Tatsache (El hecho imposible) cuya última frase se ha convertido en un dicho popular: ...weil... nicht sein kann was nicht sein darf.
Christian Morgenstern también tradujo innumerables obras de Ibsen, Hamsun y Björnson al alemán.