Al comienzo de su desarrollo, Landenberger pintó descripciones realistas del entorno en tonos oscuros.
A partir de 1890 sus cuadros se vuelven más brillantes, con el abandono total de los colores apagados, con luces claras y pinceladas amplias en estilo impresionista.
Christian Landenberger es considerado un pionero de la pintura alemana al aire libre.
En 1919, Landenberger descubrió por sí mismo el grabado, con el que prefería ejecutar motivos religiosos.
Prefería pintar motivos al aire libre, pero también bodegones, interiores, representaciones alegóricas y religiosas.