Chinos (juego)

El juego se usa típicamente como fórmula de echar a suertes para decidir quién paga la consumición en un bar o cosas por el estilo.

Según se cuenta en dicho pueblo, estando una tarde al cuidado del ganado en compañía de otros pastores, a Felipe se le ocurrió la idea de coger unas piedras del suelo invitando a la vez al resto de pastores a que hiciesen lo mismo y a adivinar, con la mano cerrada en un puño, cuántas piedras tenían entre todos sin repetir el número;[1]​ con el tiempo y la transhumancia el juego se habría ido conociendo por gran parte de la geografía española.

En cada ronda cada jugador guarda a escondidas entre ninguna y 3 monedas en su mano, que a continuación muestra cerrada al resto de jugadores, con el brazo estirado delante de sí.

Entonces cada jugador por turno dice una cifra, intentando adivinar cuantas monedas suman todas las manos.

Existen variantes en la forma de juego, pero lo habitual es rotar los turnos en sentido contrario a las agujas del reloj, en la primera ronda no se permiten 'blancas' (es decir ninguna moneda), no se puede mentir (p. ej sacar 3 monedas y decir 'dos'), etc.

Esta imagen muestra un ejemplo de cómo se juegan los chinos, con 0, 1, 2 o 3 monedas sobre la palma de la mano.