Chico y Rita

La película cuenta la historia entre dos amantes que son el pianista Chico Valdés y la cantante Rita La Belle marcada por la música de entonces.

[2]​ Entre las películas que homenajean se encuentran Casablanca, El padrino y las de Woody Allen.

[8]​ En La Habana, un anciano que trata de ganarse la vida como limpiabotas recuerda su juventud.

Chico es un joven pianista de jazz , que vive en La Habana, apasionado por el bebop emergente en Estados Unidos.

Rita, indignada, deja al joven y se niega a verlo de nuevo.

Desilusionada, Rita acepta el contrato y termina embarcándose a Estados Unidos al día siguiente.

Algún tiempo después, Ramón y Chico (que vende su piano para hacer su proyecto) deciden ir a Nueva York confiando en que el talento de Chico y sus contactos con Chano Pozo, que toca con los mejores músicos de jazz del momento, les abran las puertas del éxito en Nueva York.

Ambos finalmente pueden ver a sus ídolos, Dizzy Gillespie, Charlie Parker y Thelonious Monk entre otros, en vivo.

UU., y comienza una carrera en Hollywood, pero aún debe enfrentarse a la segregación racial en Estados Unidos.

Los dos amantes poco después de haberse reencontrado deciden casarse en secreto en Las Vegas.

En Cuba ocurre simultáneamente la revolución que llevó a Fidel Castro al poder.

Este es un momento muy emotivo para Chico que se reencuentra con un piano por primera vez en muchos años.

Ellos habían escrito junto a Rafael Azcona y José Luis García Sánchez con diálogos de Jesús Díaz una historia sobre Cuba, pero les prohibieron rodarla.

[12]​ También se unió Antonio Resines en calidad de productor asociado tras ver algunos dibujos que tenía hechos en el ordenador Mariscal.

[12]​ Los dibujos sirvieron para realizar las 146 escenas y los 129.600 fotogramas que componen la película.

[11]​ Trueba no estaba muy seguro de que funcionara y, tras explicárselo Tono Errando, acabó aceptando la idea.

[12]​[11]​[15]​ Los intérpretes fueron elegidos por Trueba buscando encontrar aquella persona que tuviese un estilo muy parecido.

[18]​ Javier Ocaña del diario El País comentó que «la historia, pergeñada por el propio Trueba y el novelista Ignacio Martínez de Pisón, está llena de lugares comunes alrededor del amor, pero en la que este no llega a palparse... Lo bueno es que quedan las músicas de Bebo Valdés, Dizzy Gillespie, Chano Pozo, Estrella Morente, Tito Puente, Thelonius Monk, Budd Powell, Nat King Cole y los diseños de Javier Mariscal».

[29]​ Cuando presentaron la película en Cuba en el Festival de Cine Hispanoamericano de La Habana,[9]​ muchos ancianos les dijeron a los directores que recordaban la capital cubana exactamente igual a como aparece en la película.