Chenrezig

En la historia de Chenrezig se dice que cuando tomó la ordenación prometió guiar a todos los seres hasta la iluminación desde atrás como un arriero con sus ovejas.

La representación más usual de Chenrezig es aquella en que su color es blanco resplandeciente y tiene cuatro brazos.

Está sentado en posición de loto con dos manos que se juntan a la altura del anahata o chakra coronario (no confundir con el chakra de la coronilla) a la altura del corazón.

El budismo tibetano relaciona a Chenrezig con el mantra de seis sílabas Om mani padme hum.

Aunque existen diversas interpretaciones de sus múltiples significados, la escuela Drikung Kagyu enseña la siguiente explicación: