Fue discípulo de George Kubler, quien dirigió su tesis.
No era inclinado a plantear generalizaciones ni a extraer grandes conclusiones de su investigación; prefería presentar meticulosas reconstrucciones del pasado apoyadas en una exhaustiva y monumental revisión de fuentes bibliográficas y documentales.
Aun así, estableció las bases que hicieron posible aceptar la historia de los grupos indígenas como sujeto independiente de estudio, y no solamente como objeto pasivo de la acción de funcionarios, encomenderos, misioneros y terratenientes españoles.
Ha tenido una importante y duradera influencia en la historiografía de tema mexicano.
Sus obras continúan siendo materia de estudio en las universidades y referencia necesaria en las investigaciones.