En este caso, el club propietario de los derechos puede continuar pagando el salario del deportista.
La cesión es la fórmula más económica ya que no se paga traspaso, solo el salario del deportista.
Una cesión puede estar restringida a un periodo de fichajes establecido por una competición.
La cesión puede incluir una cláusula por la cual el jugador puede desvincularse de su club y quedarse de forma permanente en el equipo en el que ha actuado como cedido previa compensación económica.
El futbolista Pablo García, cedido por el Real Madrid, la llamó cláusula del cagazo, refiriéndose al miedo que manifestó Predrag Mijatović, entonces director deportivo del Real Madrid, a que hiciese un gran partido contra su equipo, por el mismo motivo, también se le denomina cláusula del miedo.