Gracias a su imponente vista, se ha hecho merecedor de ser el motivo del nombre de las fiestas del municipio en el que se encuentra ubicado, conocidas como las "Fiestas del Cerro Quitasol".
En su seno emerge uno de los más imponentes cerros tutelares del Valle de Aburrá, el Cerro Quitasol, albergando una cascada con una sorprendente vida acuática.
En el Quitasol —como se le conoce comúnmente entre los bellanitas— se encuentran todavía caminos indígenas ancestrales de la comunidad indígena del Cacique Niquía.
En las laderas del Cerro se encuentran evidencias de una antigua civilización que demuestran sus conocimientos de ingeniería.
Desafortunadamente y, en especial durante los últimos años, el Cerro Quitasol también ha sido frecuentemente víctima de manos criminales que han provocado graves incendios forestales que han alterado el equilibrio de su ecosistema y su valor paisajístico con el objetivo de ganar terrenos para ampliar la infraestructura urbanística del municipio de Bello.