En la actualidad el pueblo ya no existe, aunque todavía quedan restos de casas, supermercados y hoteles.
La industria del carbón se volvió la principal ocupación de la comunidad.
El municipio estuvo comunicado por dos vías férreas, la Philadelphia and Reading y la Lehigh Valley, con la que apareció el principal medio de transporte.
El fuego encendió una veta expuesta de carbón, y se expandió por todas las minas situadas debajo del pueblo.
Durante este tiempo, varias personas se vieron afectadas en su salud a causa del monóxido de carbono producido por el siniestro.
Una subsecuente batalla legal en contra del gobierno fue iniciada por los residentes, sin éxito.
La mayoría de los edificios han sido arrasados y hoy el área parece ser una campiña con varias calles pavimentadas y algunas partes se han llenado de árboles nuevos.
La única iglesia que quedó en el pueblo mantiene servicios semanalmente los sábados por la noche, y los cuatro cementerios están en buen estado.
El yacimiento continúa ardiendo y se supone que tiene carbón para hacerlo durante 250 años más.
Sin embargo, no es así en los juegos (al menos en las primeras partes de la saga).