Central Obrera Nacional-Sindicalista

[3]​ Animada por la subvención que recibiera del partido monárquico Renovación Española, para dar visos de realidad a su carácter nacional-sindicalista, decidieron dedicar parte de esa cantidad para subvencionarla dotándola de una sede central y, posteriormente, financiar su propaganda.

Animados por la propaganda, se acercaron a su sede numerosos trabajadores en paro a los que se les expidía certificados de trabajo falsos.

Una vez allí se crearon disturbios y varios de estos parados resultaron heridos.

[4]​ Producido el incidente, la UGT presionó para boicotear a la central que quedó aislada sin actividad aparente.

En 1961 la CONS fue, por orden gubernamental, disuelta e integrada en la Organización Sindical Española, el sindicato vertical oficial franquista.