Centesimus annus (en español: Centenario) es una encíclica promulgada por el papa Juan Pablo II el 1 de mayo de 1991, con ocasión del centenario de la encíclica Rerum Novarum.
Está dirigida a los obispos, al clero, a las familias religiosas, a los fieles de la Iglesia católica y a todos los hombres de buena voluntad.