Centón (manta)

Se llamaban centones (del latín cento, ōnis, y éste del griego κέντρων "pieza hecha de retales") a las grandes mantas o fundas hechas de pieles con que se cubrían las grandes máquinas de sitio y otros pertrechos.

Los soldados se servían de centones, esto es, paños viejos recosidos y acolchados con telas diversas para resguardarse de las flechas enemigas.

El oficial encargado exclusivamente en la legión de los centones, se llamaba centonario.

También se daba este nombre a una capucha que se llevaba bajo el casco.

Esta voz se puede encontrar tanto en la obra de César (Guerra civil 2.9) como en la de Vegecio.