Cenizas volantes

[3]​El tamaño de las partículas brutas, sin tratar, oscila entre 0,2 y 200 micras de diámetro, aunque excepcionalmente pueden llegar a las 500 michas, mientras que el peso específico oscila entre 2,0 y 2,3 g/cm3 (2000 a 2900 kg/m3).

[3]​ De acuerdo a su contenido en óxido de calcio las cenizas volantes se clasifican en diferentes tipos, los más comunes son:[1]​ Actualmente, más del 50% del hormigón utilizado contiene cenizas volantes.

La Instrucción Española del Hormigón Estructural (EHE) establece que se podrán utilizar cenizas volantes como adición en la fabricación del hormigón, únicamente con cementos tipo CEM I, ya que anteriormente en la fabricación del cemento tipo CEM I no se le ha sumado ninguna adición.

[4]​ Las cenizas volantes no podrán contener elementos perjudiciales en cantidades tales que puedan afectar a la durabilidad del hormigón o causar fenómenos de corrosión de las armaduras.

[5]​ Para las cenizas volantes suministradas a granel se emplearán equipos similares a los utilizados para el cemento, debiéndose almacenar en recipientes y silos estancos que los protejan de la humedad y de la contaminación, los cuales estarán perfectamente identificados para evitar posibles errores de dosificación.

Ladrillos de ceniza volante
Ladrillos fabricados a partir de cenizas volantes
Micrografía electrónica de dispersión posterior de carbón ceniza volante pequeña.