Una variante textual del epitafio 197 (fan fede a quel ch’ i’ fu’ gratia nel lecto, / che abbracc[i]aua e ’n che l’anima uiue) revela que Miguel Ángel pudo haber mantenido con Cecchino Bracci relaciones sexuales.
[1] Miguel Ángel se negó a que sus epitafios fueran publicados, tal y como Luigi del Riccio pretendía hacer, en un libro que también tenía obras de otros poetas como Anton Francesco Grazzini, Donato Giannotti, Giovanni Aldobrandini, Carlo Gondi o Paolo Del Rosso.
Muerto Miguel Ángel, su sobrino publicó los epitafios, pero ocultó las alusiones homoeróticas dirigiéndolas a una mujer.
La tumba de Cecchino fue diseñada por Miguel Ángel y quedan algunos dibujos preparatorios, por su propia mano).
En 1962, David Hockney pintó In memoriam of Cecchino Bracci (Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid]]).