Caza N-1

Sus exquisitas curvaturas y su pulida superficie amarilla las hacían características a donde quería que fueran.

En los hangares reales de la ciudad Theed, capital de Naboo había unos 50 Naboo N-1.

Anakin Skywalker, un hombre joven que venía en la compañía de dos Jedi y la reina Padmé Amidala se montó en uno de estos vehículos y sin querer terminó en la órbita del planeta en medio de la batalla espacial.

Anakin salió con vida y salvó la batalla de Naboo.

Después de la batalla de Naboo, los cazas estelares Naboo N-1, fueron mejorados y siguieron sirviendo de escolta a naves diplomáticas o simplemente al servicio del reino democrático de Naboo.