Otro panel del mismo tamaño que el cortado y separado estaría a la izquierda, unidos mediante bisagras formando un díptico.
Un arquero acaba de disparar a un cormorán y caer al agua.
El cielo está salpicado de nubes y se aclara hacia el horizonte, como al amanecer.
Tras la caída de Napoleón en Francia en 1815, el cardenal llevó la obra a Roma y tras su muerte, en 1845 la obra salió a subasta junto con muchas otras obras de su inmensa colección.
En ese momento, la tabla no era del todo legible, con capas superficiales de suciedad y sin atribución.