La cateterización permite que la orina del paciente drene libremente de la vejiga para la recolección.
En las mujeres, el catéter se inserta en el meato uretral, después de una limpieza con povidona yodada.
El procedimiento puede ser complicado en las mujeres debido a los distintos diseños de los genitales (debido a la edad, la obesidad, el corte genital femenino, el parto u otros factores), pero un buen médico clínico confiaría en los puntos de referencia anatómicos y la paciencia al tratar con un paciente así.
[4] Las indicaciones comunes para cateterizar a un paciente incluyen retención urinaria aguda o crónica (que puede dañar los riñones), procedimientos ortopédicos que pueden limitar el movimiento del paciente, la necesidad de un control preciso de la entrada y salida (como en una UCI), hiperplasia prostática benigna, incontinencia, y los efectos de diversas intervenciones quirúrgicas que involucran la vejiga y la próstata.
[6] Tales precauciones incluyen: Las lesiones en el meato urinario pueden ocurrir durante una tracción prolongada y / o una sonda demasiado grande.
Sin duda, es necesario comprender mejor todos los factores relacionados con el cumplimiento deficiente del cateterismo intermitente, ya que existen implicancias inherentes en la transición a otras modalidades de manejo de la vejiga.