Como todos los edificios levantados en este periodo, cuenta con gran atrio, de terraplén artificial.Lo cierra un muro almenado cuyo acceso es por un arco trilobulado, obra del siglo XVII.La parte central la preside el Cristo Resucitado, a los lados se observan imágenes que representan la evangelización de los frailes franciscanos en la zona.La primera, que corresponde al Sagrario, data del siglo XVII, el año, 1750.La arcada, sin capitel, es rebajada y en el segundo nivel existen pinturas al fresco.