En su mayor parte fueron edificados, o reconstruidos, en la época del Renacimiento francés (siglos XV–XVI), cuando los reyes comenzaron a construir sus enormes castillos en el valle y la nobleza, atraída por la sede del poder, hacía lo mismo, implicando a los mejores arquitectos y paisajistas.
En 2008 se creó la asociación «Châteaux de la Loire, Vallée des Rois» ('Castillos del Loira, Valle de los Reyes') para reunir la oferta turística relacionada con este patrimonio cultural, agrupando los monumentos, clasificados o inscritos, a lo largo del río real del Loira: son 103 sitios, en su mayoría castillos (83), aunque hay también abadías, basílicas y museos (julio de 2023).
A finales del siglo XV, Tours, luego Blois y más tarde Amboise se convirtieron en los lugares preferidos de la corte real francesa.
En el siglo XVI, Francisco I trasladó su residencia principal al Louvre, en París.
No obstante, aquellos que se ganaron el favor del rey, así como la burguesía adinerada, continuaron renovando los castillos existentes o construyendo otros nuevos y lujosos en el valle del Loira como residencias de verano.
La Revolución Francesa vio varios de los grandes castillos destruidos y muchos saqueados, siendo sus tesoros robados.
Hoy en día, los castillos que se conservan de propiedad privada sirven como hogares y algunos de ellos abren sus puertas a los turistas, mientras que otros funcionan como hoteles o bed and breakfast.