El Castillo está situado sobre una gran gruta que lo hace muy característico.
[1][2] Inicialmente el castillo fue de los señores de Taradell, en 1165 pasó a manos de los Vilademany mediante un enlace matrimonial, y en 1500 pasó a Cruïlles.
A partir del siglo XVI, perdió todo valor estratégico cuando se construyó la «Torre de la plaza» (1550) en la villa de Taradell.
Debido a ello se fue abandonando y durante una parte del siglo XVI consta como una granja.
Del siglo XVII en adelante ya estaba en ruinas y abandonado.