Castillo de Rubí

Cercano a su ubicación se ha podido demostrar por unas excavaciones arqueológicas una ocupación humana de un poblado ibérico.

En 1361 la familia Torrelles convirtió la casa en su castillo y se abandonó definitivamente la fortaleza de Sant Genís.

En la fase 3 el castillo es transformado en una masía, pero no se operan grandes cambios en su estructura.

A principios del siglo XVIII, el castillo sigue siendo una casa de campo más donde vivían los colonos.

Pasó sucesivamente a manos de varias familias, hasta que en 1983 fue adquirido por el Ayuntamiento de Rubí, que realizó reformas para adecuarlo a usos culturales (creación del Castillo-Ecomuseo urbano), aunque operando grandes cambios en su estructura arquitectónica y destruyendo algunos elementos de interés arqueológico y arquitectónico.