Fue inicialmente un puesto fronterizo musulmán y ya en el año 911 pertenecía a Sancho I de Navarra.
Durante el siglo X fue el principal castillo de la comarca.
La villa fue repoblada por Alfonso I de Aragón en 1125.
Queda bien conservado el cuerpo oriental de planta pentagonal.
El acceso es una puerta con arco de medio punto, sobre la cual hay una ventana adovelada.