El Castillo de Cortewalle (en neerlandés: Kasteel Cortewalle) es una fortaleza renacentista situada en la localidad de Beveren, provincia de Flandes Oriental, en Bélgica.
El edificio, de discreto tamaño, fue construido en el siglo XV con gres blanco y en estilo flamenco renacentista.
El castillo original fue encargado y levantado por la familia Triest (probablemente Antonius Triest, de Gante), pasando en el siglo XVIII a los Goubau primero y a los condes de Brouchoven de Bergeyck después.
Estos últimos lo conservaron hasta el año 1960, año en el que se lo vendieron al municipio de Beveren.
A partir del año 1966 el edificio tiene varios usos diferentes.