Castillo de Añués

Existen noticias de Añués desde el siglo IX (880) cuando se contaba entre las posesiones del monasterio de Leyre por donación del rey García Íñiguez.

Juan II de Aragón lo entregó en señorío en 1473 a Juan Ortiz en agradecimiento por la ayuda prestada por este durante la guerra civil de Navarra pero fue perdiendo importancia y quedó despoblada en el siglo XV.

Sus últimos señores fueron los Añués hasta la Desamortización siendo adquirida en 1840 por la familia Bonafonte, en cuya propiedad continúa.

Su interior es sólo una escalera de caracol para acceder a la terraza.

En la actualidad la iglesia, dedicada a San Pedro, ha perdido la techumbre aunque conserva los arranque de la bóveda, que debía ser de cañón apuntado reforzada por tres arcos fajones.