El único rasgo artístico del edificio consistía en un fresco situado en la pared norte que representaba ninfas y divinidades fluviales.[1] Los acueductos conducían el agua de los manantiales y ríos hasta la ciudad, más concretamente, hasta cisternas de gran capacidad donde era embalsada y distribuida a diversos puntos estratégicos.La cisterna está conformada por tres naves paralelas comunicadas y cubiertas con bóvedas de cañón.Estos depósitos principales estaban conectados a otros menores, que desempeñaban el papel de distribuidores.Del flanco oriental de este depósito partía una conducción que mandaba el agua directamente hasta las vecinas termas, y otra de su lado menor septentrional para alcanzar un punto, quizá un "castellum" de distribución, en la dirección del anfiteatro.