Fue construido a comienzos del siglo XX, recibiendo su nombre en honor al escritor y hebraísta Benito Arias Montano.
[1] El proyecto fue obra del arquitecto Aníbal González, quien había recibido el encargo de Francisco Javier Sánchez-Dalp.
[1][2] La construcción se inició en 1909, inaugurándose un año más tarde.
Del interior destacan el salón principal y el de juegos.
Estos recintos cuentan con grandes ventanales y en su decoración se emplearon elementos clásicos.