El núcleo nació como barrio eclesiástico de la ciudad vieja.
La nueva villa, creció poco hacia levante ya que la terraza lo dificultaba.
Cada portal era flanqueado por dos torres, además de otras que había, al menos doce.
Una vez en el suelo surgieron rabales en los caminos de salida, sobre todo dirección Castellciutat y en la palanca del Segre.
Por esta razón se redactó un plan de ensanche en 1927, hecho por Joan Bergós.