El documento más antiguo relativo a este inmueble data de 1844, lo que sugiere hipótesis sobre su fundación.
La casa fue sometida a algunas reparaciones hasta que adquirió su aspecto actual.
La casa permaneció abandonada hasta 1955, cuando una campaña organizada por la Sociedad Geográfica Brasileña y el periódico A Gazeta dio a la propiedad su carácter histórico al identificar su técnica de construcción.
A continuación, lanzaron la idea de restaurarlo para su visita pública.
Las obras de restauración, que incluyeron una falsa ventana, pretendían aproximarla a la casa representada en la obra de Pedro Américo, para caracterizarla con la escenografía compuesta por el artista.