Actualmente solo se conserva la fachada principal del edificio, estando el interior ocupado por apartamentos y la calleja del indiano, a la cual se accede por la puerta de la antigua fachada.La casa perteneció a la familia de los Ceas asentada en la ciudad tras la conquista al serle cedidos terrenos por Fernando III el santo a Juan Cea, que lo acompañaba en la campaña.[4] A principios del siglo XX fue restaurada llevando a cabo la misma Rafael Romero Barros y Mateo Inurria, introduciendo en la misma el balcón de la planta baja.Al igual que otras muchas casas palaciegas, el interior fue demolido y convertido en apartamentos en los años 1970, conservándose tan solo la fachada principal.A estos se accede por un callejón atravesando la que fuera portada principal del edificio.