El primer miembro conocido de la familia fue el conde Wichmann, mencionado como un Billung en 811.
En el siglo X, la propiedad de la familia estaba centrada en el Bardengau en torno a Luneburgo y controlaban la Marca Billunga, que recibió de ellos ese nombre.
A mediados del siglo, cuando los duques sajones de la Casa liudolfinga se habían convertido también en reyes germanos, el rey Otón el Grande confirió cada vez más su autoridad ducal a Herman Billung.
La casa se fundió con las dinastías Güelfa y Ascania cuando el duque Magnus murió en 1106 sin hijos; la propiedad de la familia se dividió entre sus dos hijas: Wulfhilda se casó con el duque Enrique IX de Baviera, un miembro de la dinastía güelfa; su hija Eilika se casó con el conde Otón de Ballenstedt, un ascanio.
Como consecuencia de esto, durante las siguientes décadas el control sobre Sajonia fue disputado entre los güelfos y los ascanios.