El museo se encuentra alojado en el "Hospital Infantil de Alijn" (Kinderen van Alijnhospitaal), un antiguo templo.
Durante el siglo XVI la casa adquirió su forma actual: una puerta de entrada, ocho casitas dando a la calle y dieciséis viviendas de tres habitaciones rodeando el patio interior.
El abuso ideológico al que estaba expuesta la cultura popular durante el período de entreguerras, llevó tras la Segunda Guerra Mundial a una profunda reflexión sobre la metodología y a una reorientación de la etnología europea desde los años sesenta.
[2] En el campo museológico se mantuvo por mucho tiempo la visión nostálgica en el "Museo Etnológico Gantés" (Gentse Museum voor Volkskunde).
[2] La Casa de Alijn se conoce desde el año 2010 como un museo vivaz y dinámico con unas actividades públicas progresivas.
La Casa de Alijn es un museo donde la participación pública y la complicidad son una prioridad en la agenda.
La Casa de Alijn no fue el único museo etnológico que había cambiado el rumbo.